Las autoridades colombianas investigan el asesinato del líder social Julio Gutiérrez Avilés, quien fue atacado con armas de fuego por desconocidos en el municipio de Campoalegre, departamento del Huila (sur).

Familiares de la víctima dijeron a periodistas que Gutiérrez era el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda (aldea) El Esmero y que el lunes fue atacado a tiros cuando regresaba de Campoalegre a una finca en donde vivía.

"Julio estaba en Campoalegre buscando al secretario de Planeación del Municipio para socializar unos trabajos con la comunidad donde estaban abriendo una vía en la vereda, sobre el medio día subió a la vereda y cuando caminaba para la finca cerca de una quebrada lo mataron", detalló a medios locales un familiar de Gutiérrez.

Gutiérrez era un destacado líder cafetero de este municipio y era reconocido por su trabajo social, además era miembro y fundador de la Asociación de Trabajadores del Campo.

La excandidata a la Asamblea del Huila Lorena Sánchez aseguró que el asesinato del líder social "es otra demostración de que este Gobierno o no es capaz o no le interesa frenar la ola de asesinatos contra los dirigentes que buscan sacar adelante sus comunidades".

Asimismo pidió a "las autoridades de Campoalegre, a la Fiscalía y a la Policía, un pronto esclarecimiento de los autores y motivos del crimen, así como acciones eficaces para garantizar la seguridad de los dirigentes populares en Campoalegre y en el Huila".

Con el de Gutiérrez ya suman tres los asesinatos contra líderes sociales en el Huila. En enero pasado mataron a Jhon Freddy Álvarez y a Mireya Hernández.

Según el informe anual sobre el país de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH), presentado el miércoles pasado, 108 defensores de DD.HH. fueron asesinados en Colombia el año pasado.

De los 108 casos de líderes sociales asesinados, el 75 % ocurrió en zonas rurales y el 86 % en municipios con "un índice de pobreza multidimensional superior a la media nacional", según el informe, en alusión tácita a la relación de estos crímenes con su ocurrencia en zonas alejadas y con poca presencia estatal.

La situación parece no cambiar en 2020 y es por ello que la Oficina estudia 31 casos de los cuales comprobó cuatro, mientras que organizaciones como el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) ya cifran en 51 los asesinatos de líderes sociales en lo que va del año.

EFE